Thursday, July 3, 2014

Maturana y El Planeta de los Simios

En mi experiencia como biólogo, me topé varias veces con el nombre de Humberto Maturana. Sin embargo nunca tuve la oportunidad de estudiarlo a fondo, o leer alguno de sus libros. Finalmente, hace poco tiempo atrás, decidí leer una de sus obras y creo que elegí la correcta: The Origin of Humnanness in the Biology of Love (2009). Fue toda una experiencia.
Humberto Maturana
Por un lado pude por fin introducirme y conocer el pensamiento de Maturana, y el increíble mensaje que nos quiere transmitir. Y por otro, fue una experiencia desafiante porque me tuve que adaptar a la forma en que Maturana escribe y describe las cosas. Por ejemplo, utiliza mucho frases como “coordinations of coordinations of behaviors” para describir varios niveles de procesos o mecanismos, que al principio uno puede creer que es error de redacción o de lectura, sin embargo es a propósito. Otro problema técnico que tuve al leer el libro, fue que, en mi opinión, se podrían haber incluido más ejemplos.  En varios de los capítulos, Maturana trata de explicar complicadas interacciones entre medio y sistema, la forma en que ellos se influencian mutuamente, y de qué maneras. En más de una ocasión, no me quedaba claro lo que quería decir y un ejemplo podría haberme ayudado a entender mejor la idea. Aquí quiero describir muy sencillamente una de las teorías principales que tiene el libro, y dar un ejemplo que nos ayude a visualizar este mensaje más fácilmente.
La tesis principal de este libro busca explicar la forma en que el ser humano, como una nueva especie, surge desde nuestros primates más cercanos. Nos explica que la principal diferencia que hay entre un ser humano y otros primates es que nosotros hemos tenido la capacidad de alargar y mantener a lo largo de nuestra vida, una característica que los primates sólo tienen durante un tiempo limitado de su existencia: el amor mutuo y entrega total que existe en la relación entre madre e hijo/a.
Por un lado, tenemos a los chimpancés como nuestros primates más cercanos. El estudio de estas especies nos dice que ya en ellos existe espontáneamente un amor incondicional entre madre e hijo/a. Esta característica se mantiene sólo durante cierta edad del hijo, y no se expande a otro tipo de relaciones, como por ejemplo entre machos. Una vez que esta etapa se termina, el chimpancé comienza la búsqueda del objetivo principal de estas especies: el control y dominación del grupo-tribu al que pertenecen. El más fuerte dará protección al resto, a cambio de que las hembras cuiden a los más jóvenes, y que ningún otro macho se vaya a interponer en su camino. No existe una lealtad hacia otro par, a no ser que tenga asociada una ventaja, como la protección temporal o cooperar para dominar un enemigo en común. 
La tesis de Maturana y la Dra. Verden-Zoller nos dice que en algunas de las primeras tribus humanas, millones de años atrás, ese amor que inicialmente es inherente a la relación madre-hijo/a se expande a todo tipo de relaciones en esa familia: entre el hombre y su mujer, entre el hombre y sus hijos/as, y entre familias/tribus viviendo juntos. De esta misma forma es que también nace la ética, que no es otra cosa que preocuparse y darle valor intrínseco al prójimo. Esto quiere decir que nuestra biología, como seres humanos, nos entrega la capacidad de cooperar en el amor en vez de tratar de dominarse unos a otros (algo que luego ocurriría ineludiblemente en la historia de la humanidad). La ventaja es que la capacidad de cooperación y amor abre un camino a infinitas posibilidades de interacciones y desarrollo, en vez de siempre dirigir el enfoque hacia controlar y dominar, como un fin en sí mismo.  Nosotros tenemos la capacidad de cooperar con otros en el amor que nuestra biología nos permite; y la cooperación en el amor nos da combinaciones ilimitadas para surgir y desarrollarse.
Entiendo que esta idea, así a buenas y primeras, es difícil de digerir, ¿qué es lo que realmente quiere decir esto? Por lo que yo tenía entendido, lo que nos diferenciaba de manera más clara con otras especies de primates cercanos a nosotros, era nuestra inteligencia.
Un tiempo después de yo haber leído el libro, me topé en la televisión con la película The Rise of the Planet of the Apes, la versión del 2011 de la clásica serie de películas de los Planetas de los Simios. En esta película, el personaje principal es un científico encarnado por James Franco, que desarrolla una vacuna genética que permite la regeneración neuronal, proyectándose como una cura para problemas como el Parkinson o el Alzheimer, y la prueba en chimpancés. El chimpancé principal de esta película es el hijo de la chimpancé que había obtenido el mayor desarrollo intelectual a causa de las pruebas con la vacuna genética. Este hijo fue adoptado por el científico (su madre sufrió un ataque de agresividad y la mataron) y tuvo mayormente interacción con seres humanos. Sus niveles de inteligencia eran altísimos, mencionando que a los cinco años tenía la inteligencia de un niño humano de ocho. Eventualmente, el chimpancé crece, tiene un episodio de agresividad por lo que es llevado a un “orfanato” para primates, donde por su inteligencia se vuelve en el líder de los primates confinados con él, creando una revolución y haciendo que todos escapen. Su instinto lo lleva a controlar y dominar a todos sus pares, para luego empezar a tratar de controlar y dominar a su dominador principal, el ser humano.
Al ver esto inmediatamente pensé en el libro y en la tesis de Maturana. No importa cuán inteligente sea un primate como el chimpancé, incluso como en este caso ficticio en el que el chimpancé tiene una inteligencia superior a un ser humano promedio. Lo que nos hace diferenciarnos de ellos como especie, es que nosotros tenemos la capacidad de amar y de cooperar en nuestra biología, en nuestro ADN. El sólo hecho de que nos preocupemos por las otras personas, que tengamos la capacidad de darnos cuenta de que otra persona vale tanto como nosotros mismos, es algo que no se ve en la naturaleza fuera de nosotros; somos los únicos agentes morales. Somos los únicos con conciencia. Nosotros, por primera vez tenemos la opción de surgir, todos juntos, cooperando en vez de tratar de dominar y controlar al resto. En términos que Maturana utilizaría, en nosotros está la opción de elegir evolucionar hacia un Homo Sapiens aggresans, en la agresividad, o hacia un Homo Sapiens Amans, en el amor. 

Friday, May 23, 2014

Eliminando una vida humana


Otro clásico argumento de las personas “pro-vida” (anti-aborto), tiene que ver con la idea de estar en contra de eliminar “una vida humana”. Si el argumento es puesto de esta forma, es difícil exponer una posición en contra, ya que pocas personas estarían a favor de eliminar una vida humana. Suena feo y uno se imagina inmediatamente un asesinato o cualquier escenario en que alguien mate a una persona. Obviamente, eso es reprochable y éticamente injustificable.
 El argumento comienza con la idea de que ya al momento de la concepción existe vida. Yo estoy de acuerdo con esto, ya que técnicamente tenemos vida (células con potencialidad, capaces de crecer y reproducirse en el ambiente apropiado) y es humana (células de la especie humana). Sin embargo, esta vida humana está en un estado de semilla. Es decir al eliminarse en este punto, uno no está matando a una persona o individuo humano como tal, argumento que ya he explicado en otro artículo. Es importante tener este punto en cuenta en esta discusión. Entonces, sigue el argumento, la vida humana en cualquiera de sus estados de desarrollo es intocable y nunca se debe eliminar. El concepto de la vida es lo que se busca defender y este es el principal problema que tengo con este argumento: defender la vida a nivel conceptual, “¡Ah no! La vida es la vida”.
 Las personas anti-aborto ponen todos sus esfuerzos en defender “la vida” a como dé lugar en el contexto de la discusión del aborto. Cuando aquella “vida humana” es aun conceptual, se lucha por que este embrión o feto llegue a término, sin importar el contexto ni las condiciones en que esta persona pueda vivir. Sin embargo, esta defensa férrea termina al momento en que el recién nacido nace. Y su tarea está cumplida. Celebran y se regocijan de que “salvaron una vida”. 
Pero es en este momento, el punto en que ya tenemos un individuo, un ser humano, en que la vida de esta persona en verdad comienza. Y en muchos casos corresponde a la vida de una persona o que no se quiso, o que tiene unos prospectos terribles de vida, o que es producto de una violación, etc. Y ahora el problema y la vida de verdad de esta persona que llegó a término no tiene ninguna relación con la persona en “defensa de la vida”. Esa persona ya hizo su trabajo. El que tiene que vivir la vida de porquería, sin ayuda de nadie, con padres que quizás no lo quisieron, en la pobreza, la vida real, no son ellos. Ellos están felices porque lograron su trabajo y después se quedan sentaditos en sus casas, viviendo tranquilos con sus familias, y más encima jactándose de que hacen el bien, de que están “salvando vidas”. 
Yo no tendría ningún problema si esas personas pro-vida defienden la vida y después se hacen cargo de la vida que ayudaron a llegar a término. Una mesada vitalicia, apoyo educativo, quizás adoptarlos y llevarlos a vivir con sus familias si sus padres no los quisieron y hubiesen preferido abortar en su momento. Pero dudo que así sean la mayoría de los casos.
A mi entender, la vida de una persona es lo que importa; no el concepto de vida. El enfoque debe estar puesto en que aquella persona tenga una vida digna, en una familia acogedora y que quiso tenerlo/a, que va a vivir una vida plena, por lo menos con amor y protección. Defender la vida de una semilla, aunque sea humana, no vale de nada si después no se defiende y se protege una vida real; de carne y hueso. Ahí es cuando la vida realmente importa.

Monday, April 28, 2014

¿Qué es la bioética? Entrevista a Gerónimo Jiménez

Hace un tiempo, mi hermana María Jesús me hizo una entrevista para un proyecto de su colegio. Me hizo muy buenas preguntas, que pueden ayudar a entender de una manera más clara de qué se trata la bioética. Les dejo acá la entrevista con la idea de que todos se puedan informar sobre esta disciplina que cada vez se hace más importante, tanto en la vida académica como en nuestra vida cotidiana. 


Entrevista a Gerónimo Jiménez Larraín
por María Jesús Jiménez Larraín

Gerónimo nació el 21 de Junio de 1981. Estudió en el colegio  Sagrados Corazones de Manquehue y terminó sus estudios escolares en el San Ignacio de Puerto Rico. A sus 18 años decidió viajar a Estados Unidos para cursar sus años universitarios, ingresando a la Universidad de Georgetown en Washington. Luego de cuatro años se graduó obteniendo el título de Biólogo. Regresó a Chile teniendo la curiosidad de saber más por el área médica, y es así como entró a estudiar medicina en la Pontificia Universidad Católica. Sin embargo, al tercer año se dio cuenta de que esa carrera no era lo suyo, por lo que congeló la carrera la cual nunca retomó. Queriendo siempre saber más, realizó un diplomado en Bioética en la Universidad de Chile y finalmente un Magíster en Bioética en la Universidad de Nueva York (NYU). Hoy día se encuentra trabajando en el área de salud pública de la NYU, realizando investigación  y administrando proyectos enfocados en sistemas y leyes de salud. Se encuentra felizmente casado y planea hacer su vida allá, por ahora.

Preguntas:
1.       ¿A qué te dedicas hoy en día y como aplicas tus estudios en tu trabajo? Hoy me dedico a hacer investigación en salud pública, trabajando con dos profesores del departamento de salud pública de NYU. Específicamente, estoy a cargo de dos proyectos: uno que busca evaluar los sistemas de salud de diferentes países latinoamericanos y del caribe respecto a su enfoque en salud primaria, y otro que busca profundizar en la forma que se adoptan leyes que tienen que ver con la salud pública y sus resultados en los estados de Estados Unidos. No aplico directamente mis estudios de bioética en mi trabajo pero ambos proyectos tienen conexiones con la bioética. El primero que menciono tiene relación con cómo garantizar el acceso universal a los servicios de salud de manera de promover los principios de justicia y equidad en salud. El segundo tiene que ver con la importancia de promulgar leyes para obligar a la gente a comportarse de ciertas formas (no fumar, usar el cinturón de seguridad) restringiendo ciertas libertades para lograr un bien común generalizado (mejor salud de la población, menos gastos en salud).

2.       ¿Crees que en los tiempos actuales la bioética ha cobrado mayor importancia? Definitivamente sí. La bioética nació como una necesidad para enfrentar cuestionamientos que antes no existían por el surgimiento de nuevas tecnologías que cambiaron la forma que tenemos de vivir y morir. Se puede decir que esta disciplina tiene alrededor de 40 años (nació en los 70s) y con cada avance tecnológico ha ido ganando mayor importancia. Si calculas que la tecnología se duplica cada 5 años, va a ir cobrando más y más importancia mientras más avances tecnológicos vayan habiendo.
Al mismo tiempo, la bioética es un concepto multidisciplinario que se nutre de muchas áreas de estudio: económica, política, leyes, filosofía, ética, religión, etc., y a medida que más campos del conocimiento se conecten con la bioética, ésta va a seguir creciendo en todos los aspectos de la sociedad.

3.       ¿En qué aspectos dentro del área de la salud crees tú que falta aplicar una mirada más ética en la resolución de problemas? Dentro del área de la salud, donde más se necesita trabajar es en la distribución en recursos de salud para poder resolver los problemas de la mayor cantidad de gente posible. Esto está más relacionado a modelos económicos y estructuras de sistemas de salud que busquen la forma más justa y equitativa de poder atender a la mayor cantidad de gente y mejorar la salud a nivel de población. Un tema particularmente importante es poder abarcar los determinantes sociales de la salud que tienen que ver con condiciones de vida dignas, incluyendo acceso a la educación, a una vivienda digna, a tener seguridad, a tener acceso a agua potable, trabajos dignos, etc. Todos estos otros aspectos impactan en la salud de la población. Por eso la importancia del aspecto multidisciplinario de la bioética que llama a todos los sectores de la sociedad a aportar con lo que puedan. No sirve de nada mejorar la atención médica y los sistemas de salud si la gente se sigue enfermando por cosas que no tienen que ver directamente con los servicios médicos.

4.       En su etapa inicial, la bioética se ocupaba de los problemas éticos asociados con la investigación y la práctica médica, pero rápidamente se expandió y empezó a ocuparse también de problemas sociales relacionados con el acceso a los cuidados sanitarios, el bienestar de los animales o la conservación del medio ambiente. A partir de este encabezado, ¿cuál es tu postura frente a los distintos enfoques de la bioética? Como te menciono más arriba, la bioética tiene que ver con muchos aspectos de la sociedad donde la tecnología introduzca algún cambio en la forma de entender los conceptos. Encuentro muy bueno que se diversifique la bioética en todos estos enfoques para poder analizarlos todos desde un punto de vista ético tratando de ver cuáles son las mejores decisiones, las más sustentables, las que ayuden a la mayor cantidad de gente posible.  

5.       Podrías dar algunos ejemplos del tipo de temas que se tocan en cada uno de los enfoques de la bioética. Solo para tener una imagen más clara sobre las cosas que se discuten.  La bioética como tal nació primero por la injusticia de someter personas a proyectos de investigación sin su consentimiento. Esto quiere decir que llegaba un doctor y te inyectaba una medicina sin ni siquiera preguntarte, contarte sobre los efectos secundarios ni el objetivo del proyecto. Y podría darte los ejemplos de las investigaciones nazis u otras donde directamente enfermaban a gente para ver como reaccionaban. Esto es una violación de la libertad de las personas.
Luego, en medicina las invenciones del ventilador mecánico y de la máquina de diálisis hicieron posible alargar la vida de las personas, lo que trajo consigo varias preguntas éticas: ¿es el deber del doctor alargar la vida a como dé lugar? ¿Vale la pena que la persona siga viviendo en condiciones de sufrimiento extremo? Surgen preguntas sobre la esencia de la relación médico-paciente y del sentido de la vida. Los nuevos métodos de anticoncepción y aborto permiten controlar el momento y las condiciones en que creamos más vidas, lo que trae preguntas sobre la separación de la sexualidad con la procreación y preguntas sobre el inicio de la vida: cuándo es el cigoto una persona, cuál  es el estatuto moral del embrión, etc. Después dentro de lo que es ética médica está todo lo que tiene que ver con la clonación, terapia y manipulación genética, etc., cualquier avance sobre el estudio del genoma y las posibilidades que se abren con el manejo genético. Este enfoque de ética médica es el primero y el más estudiado dentro de la bioética hasta ahora.
Después, se hace la conexión entre el medio ambiente y la bioética. Un ejemplo es la posibilidad de instalar una represa para generación de electricidad en zonas ambientales vírgenes con ríos acaudalados. Como el tema de Hidroaysén o lo que está pasando en el Cajón del Maipo. Acá se contraponen beneficios y se necesita dar un juicio moral respecto a qué es mejor: ¿Qué vale más, una hidroeléctrica capaz de suministrar energía para todo un país durante 100 años o un medioambiente con biodiversidad única y bosques vírgenes que se ha forjado durante miles de años? Depende de quiénes se verán beneficiados durante cuánto tiempo, cuán sustentable es el proyecto, el nivel de destrucción, la contaminación que va a traer, las ganancias económicas, hay miles de perspectivas. Una importante es la que tiene que ver con la comunidad que vive alrededor de la hidroeléctrica: le dicen a la señora que vive ahí, “le vamos a estar construyendo esto durante X años y después va a tener una represa al lado, pero le pagamos la educación de todos sus hijos.” Entonces en este caso la señora se pregunta a sí misma qué es más importante para ella en este momento, ¿asegurarle la educación a sus hijos o que sus nietos, bisnietos y próximas generaciones puedan gozar de este terreno virgen?  Otros temas incluyen el estatus moral de los animales, protección de especies en peligro, derechos de los animales, vegetarianismo moral y todo lo relacionado a la condición de cría comercial de ganado.
Finalmente el enfoque de la salud pública se relaciona a cosas como las que te mencionaba arriba. Cómo hacer para proveer cuidados de salud universales, hasta qué nivel es posible ofrecerle esto a las personas, cuáles son los límites. Responsabilidad individual de las personas sobre su salud: ¿por qué tengo yo (con mis impuestos para servicios públicos de salud) que pagarle tratamiento de cáncer a personas que fumaron durante toda su vida, y trasplantes de hígado a alcohólicos que decidieron comportarse así? O por otro lado preguntarse ¿es justo que la persona que vive en el campo no reciba los mismos beneficios en salud porque vive en el campo en vez de la ciudad? Preguntas que tienen que ver con la asignación de recursos y cómo distribuirlos de la manera más justa y equitativa.

6.       La bioética no es sólo un nuevo campo de estudio. Es un tema sobre el que el público general lee en los periódicos y ve cosas en la televisión. Este amplio interés público en problemas tan complejos hizo que políticos, legisladores y abogados también se interesaran en ellos. La tendencia en Estados Unidos a buscar soluciones legales a los problemas de la vida hizo que la bioética y el derecho entraran inmediatamente en relación. ¿Cuál es la relación que estableces tú entre la bioética y el derecho? Hay un importante vínculo entre la bioética y el derecho. La bioética como disciplina académica lleva a plantearse los problemas y verlos desde sus principios más conceptuales para luego ir acercándolos a la práctica y ver las posibilidades que la teoría puede brindar en los eventos de la vida diaria. El derecho se basa en estas posibilidades y busca eliminar aquellas que sean un riesgo o un peligro para las personas si es que se ciertos comportamientos son llevados a cabo. Las leyes eso sí se enmarcan dentro de la visión y misión de un país, por lo que diferentes conductas pueden ser vistas de diferentes maneras por la leyes de diferentes países. Esto se refleja en conductas no éticas  que no están penalizadas por la ley (mentir por ejemplo, aunque en ciertos casos una mentira puede tener implicancias legales), o por la presencia de leyes que a veces no se consideren éticas (leyes que no representan una distribución justa de recursos para una comunidad). Pero en general, se puede decir que la bioética en su lado más académico debería informar a los legisladores y políticos sobre conductas éticas o no éticas que se pueden convertir en ley.

7.       La bioética moderna no está interesada únicamente en la investigación médica en sujetos humanos y en la humanidad de las intervenciones médicas. Desde sus inicios se ha preocupado por la participación de los pacientes y las comunidades en la toma de decisiones sobre asuntos socioeconómicos, tales como la distribución de recursos escasos. Sabiendo que tú estás siempre pensando en la igualdad de recursos de los habitantes, ¿Crees tú que la sociedad se preocupa de ello? ¿o será que estamos en un mundo individualista en que cada persona mira sus necesidades? Yo creo que la gente sí se preocupa de estos temas, de la equidad en la distribución de recursos. Son asuntos importantes, que a las personas les interesan. Los problemas surgen con las diferentes formas que se postulan para distribuir estos recursos; la pregunta más importante es ¿cómo vamos a distribuirlos? ¿basándonos en qué criterios? ¿Les damos a todos lo mismo o nos basamos en necesidades? ¿Tomamos primero en cuenta a los niños y ancianos, y lo que quede lo repartimos al resto? ¿Nos enfocamos en comunidades más pobres y rurales? No hay teorías que satisfagan a todo el mundo, siempre va a haber gente con menos, que se sienten excluidas, etc. Por lo tanto una de las claves es poder identificar teorías que sean justas, que sean aceptadas y puedan ayudar equitativamente a la mayor cantidad de gente posible.


Thursday, April 10, 2014

Jueves de Reflexión

Excelente video que nos muestra que no somos más que un puntito ínfimo en la inmesidad del universo: https://www.youtube.com/watch?v=z4klQn1a_38#t=214 
Para reflexionar...


 “…[It is] Our responsibility to deal more kindly with one another, and to preserve and cherish the only home we’ve ever known, the pale blue dot …” 
- Carl Sagan - 




Tuesday, April 1, 2014

Abortar no es lo mismo que matar a una persona

Un clásico argumento de las personas que defienden el aborto es el siguiente: “¿te gustaría que le pusieran una pistola en la cabeza a tu padre/hermano/hijo y lo mataran? Ah! Es lo mismo que abortar.” En otras palabras, están diciendo que abortar es igual a matar a una persona. Hay un sinnúmero de diferencias entre estas dos acciones, pero yo me quiero centrar sólo en un ejercicio mental mostrando dos paralelos que pueden iluminar esta discusión.
Semilla-Alerce de 500 años: Nadie puede decir que es lo mismo sacar una semilla de alerce de la tierra, que talar un alerce de 500 años. Esto se confirma al darse cuenta que tenemos leyes que prohíben la tala de alerces en Chile; algo que por razones obvias no ocurre en el caso  de las semillas. Esto de ninguna manera quiere decir que la semilla no sea valiosa o importante. Es más, si es que se le diera el ambiente apropiado, y se afirmara en la tierra, está la posibilidad en que se convierta en un lindo y milenario alerce. Pero en el estado de semilla, simplemente no tiene el mismo valor que el Alerce.
Huevo-Pollo: Algo similar ocurre al pensar de esta forma entre un huevo y un pollo. Cuando alguien se come un huevo, no dice estoy comiendo pollo; dice me estoy comiendo un huevo. Sin embargo, ese mismo huevo, si es que las circunstancias hubiesen sido diferentes, por ejemplo si es que se hubiese quedado con el calor de su gallina-madre o bajo esas luces infrarrojas donde se incuban, un pollito después de alrededor de 21 días hubiese salido de su cascarón. Cuando uno se come un huevo, no piensa en que se podría haber comido un pollo. Son simplemente cosas diferentes.
¿Por qué entonces – me pregunto yo – gente piensa de otra forma cuando transferimos la conversación a seres humanos? Entiendo que hay gente que piense que los seres humanos son más valiosos que un árbol o que un pollo. Está bien. Pero el paralelo entre embrión y persona no tiene por qué ser diferente. En otras palabras, el embrión y la persona son dos tipos de entidades distintas. Lo que, vuelvo a repetir, no quiere decir que un embrión no sea importante. Y que el tema sea más delicado cuando se habla de seres humanos. Por ejemplo, una pareja con problemas para concebir puede darle un valor incalculable a un embrión fecundado, implantado y con posibilidades de crecer. Porque podría, en un futuro, convertirse en el hijo que anhelan. De la misma forma que tendría el valor de un huevo si fuese el último pedazo de comida que uno tiene en la mitad del desierto y que le puede a uno salvar la vida. Sin embargo, el huevo es un huevo, y el embrión es un embrión. No son ni un pollo ni una persona. Entonces, me cuesta entender el argumento de que abortar un embrión es lo mismo que matar una persona. ¿Cuándo el embrión pasa a ser persona? Es una pregunta para otra (y muy larga) discusión.




Sunday, January 19, 2014

Muerte Cerebral y Embarazo: Una Decisión que No le Corresponde a la Ley

Una de las noticias más leídas el 15 de enero del 2014 en Emol, hace cuatro días, tiene que ver con el caso de una familia cuya madre está muerta cerebralmente, pero está embarazada. La familia pide desconectarla, pero las leyes de Texas no permiten remover el respirador artificial en caso de mujeres en gestación. La familia presentó una demanda a la justicia de ese estado para que apoyen la decisión que ella comunicó en vida y permita que el hospital pueda remover el respirador artificial sin consecuencias legales. 
Hay varios elementos de este caso que llaman la atención. 
Estos deben ser analizados individualmente para poder tener una opinión más objetiva de la situación.Por un lado, es importante empezar con una idea que aprendí por mi paso por escuela de medicina: no es buena idea agregarle el apellido “cerebral” al concepto de muerte. A una persona cuando el corazón le deja de funcionar se dice “esta persona falleció por un paro cardíaco”. Si a una persona le deja de funcionar el cerebro, la persona fallece por “cese de las funciones cerebrales”. Punto. Lo que ocurre en este caso, es que una mujer muerta está siendo artificialmente sostenida, manteniendo activas sus funciones corporales, por una ley que impide su desconexión por estar embarazada. El hecho de hacer la distinción entre muerte y muerte cerebral es precisamente lo que nos lleva a esta paradoja bioética.
Si es que le preguntáramos a Kant, él nos dice que una persona nunca debe ser utilizada como un medio, sino siempre como un fin en sí misma. Si lo aplicamos a este caso, la mujer está siendo utilizada como una incubadora humana, no como un fin. De hecho, el artículo menciona que ella en vida estaba en contra de las tecnologías que prolongan la vida artificialmente. Esto, sumado al deseo de sus familiares de retirar la ventilación artificial, fortalece el argumento de la  desconexión.
Sin embargo este caso es particular, ya que el feto tiene 14 semanas de gestación, no se sabe bien qué secuelas puede haber sufrido durante el tiempo que no recibió oxígeno (lo que podría comprometer severamente su potencial calidad de vida), no hay un documento de voluntad anticipada que oriente respecto a lo que la mujer querría en este caso en particular.  Quizás, esta mujer sabiendo sobre la situación, no le importaría servir como un medio si es que eso conlleva a que el feto pudiese llegar a la viabilidad, para luego removerla prematuramente (la viabilidad, el momento en que un feto puede sobrevivir fuera del útero, se puede alcanzar a partir de las 24 semanas donde haya la tecnología para ello)  y transferirla a una incubadora para el resto de su desarrollo. No parece algo descabellado, si es que la familia quisiese darle la oportunidad al feto de llegar a término.
El asunto, pienso yo, es que la ley no debería tener la propiedad de determinar qué hacer en casos como estos. Estos casos solo pertenecen a la persona en cuestión y a sus familiares; son cosas íntimas de las dinámicas familiares, las costumbres y creencias que ellos estimen pertinentes. Si por un lado, creen que lo más digno para la madre y el feto es que se siga el transcurso natural luego de la embolía pulmonar, es una decisión particular de ellos. Si es que deciden mantener las funciones del cuerpo de la mujer embarazada para la posibilidad de que el feto alcance la viabilidad, también sería decisión de ellos. Lo que también opino es que el feto en sí mismo, en su  estado actual, no tiene la propiedad de exigir que se mantengan las funciones de la madre para su eventual desarrollo. Por lo tanto, la decisión final debería provenir de las opiniones de la mujer en vida (idealmente a través de un documento de voluntad anticipada) y de sus más cercanos.
Para otra opinión, los invito a leer un artículo del Dr. Arthur Caplan, director de ética del centro médico de la Universidad de Nueva York (NYU).




Monday, October 28, 2013

Hablemos del problema de raíz: ¡no más violencia ni agresiones en los estadios!

Mucho se ha hablado  de lo que sucedió este domingo durante el clásico universitario del fútbol chileno entre la U y la Católica.
Me impresiona ver las reacciones de la gente, hinchas, y de los mismos protagonistas del partido, incluyendo jugadores, equipos técnicos y dirigentes. Se buscó descalificar al jugador agredido, tildar el episodio como "teatro", y tratar de justificar sus alegatos con que jugadores del equipo habrían recibido también proyectiles y siguieron jugando. 
No quiero ni meterme en la discusión de que la reacción del agredido fue exagerada, que se podría haber seguido jugando, que todo fue un truco, que el pecho frío, etcétera. Nada de esto hubiese ocurrido si nunca nada hubiese caído desde las tribunas.
En otras palabras, no podemos encerrarnos a discutir asuntos secundarios si es que no nos fijamos primero en el problema de raíz: violencia y agresiones donde nunca deberían haberlas.
Son tantas las preguntas que se me vienen a la cabeza que no sé ni por donde empezar. Primero, justificar la situación ocurrida el domingo al decir que hubo otras agresiones anteriores y que sin embargo los agredidos siguieron jugando demuestra que la capacidad de reflexión y amplitud de miras es limitadísimo ¡No se trata de eso! Esto refleja el transfondo cultural pobre y poco civilizado, que en teoría afectaría la integridad y seguridad de ellos mismos, los jugadores.
Segundo, yo pienso que el árbitro tomó la decisión correcta, especialmente si nos enfocamos en cómo terminar con este tipo de acciones y actitudes. Si es que realmente queremos eliminar la violencia de los estadios, simplemente NO se pueden permitir agresiones. Y esto lo digo para cualquier equipo, partido con cualquier resultado y cualquier país del mundo. ¿De qué forma podemos parar esto? Con educación y el ejemplo. Es decir, idealmente que nuestros niños nunca vean una agresión de este tipo. ¿Cómo llegar a ésto? Con medidas drásticas, como terminar el partido apenas haya una agresión, multar al equipo, penas legales en contra de los infractores y repudio GENERALIZADO en contra de episodios como éstos (¡lo que incluiría el repudio del equipo perjudicado!). De esta forma, nuestros niños verán que estas acciones son simplemente inaceptables. Veo los partidos de las ligas europeas donde no hay rejas (y ni siquiera una pista atlética) que separen a la gente de los jugadores, y a nadie se le pasaría por la cabeza agredir físicamente a alguien en la cancha (jugadores, arbitros, etc.). ¿Podremos algun día tener este nivel de educación y cultura en Chile? Ir al estadio y que no haya una reja entre los espectadores y jugadores es un sueño que espero podamos alcanzar. 
Y ahora un comentario mas general: usted estando en el balcón de su departamento, ¿agarraría una tapa de botella (o cualquier cosa) y se la tiraría a un transeúnte por su sexo, color, ideología política o tendencia sexual? No, ¿verdad? (espero esa sea su respuesta, si es que es sí, nada de esto le aplica a usted). Entonces, ¿porqué uno puede hacer esto en otras circunstancias, al cambiar el balcón por la gradería y al transeúnte por un jugador del equipo contrario? Antes de ser futbolistas (o mujeres, o de izquierda/derecha, o blancos/negros, o gays) somos personas, como cualquier otra.  El futbol y el deporte en general deberían ser un ejemplo de tolerancia y paz, y desde aquí permear estos valores a la sociedad. No al revés. El respeto hacia otras personas es lo más importante y lo que debe prevalecer siempre.